En cualquier caso, es pronto para adelantar nada definitivo y habrá que esperar al mes que viene, cuando previsiblemente el Gobierno vasco se pronunciará y decidirá la adjudicación provisional del concurso. «De momento, no hay nada definitivo», matiza prudente el coordinador de DYA. En caso de que Ambuibérica se haga finalmente con el servicio, las ONG tendrán dos semanas para recurrir. De momento, se quedan con «el buen trabajo que hemos hecho en las últimas décadas, que siempre ha sido valorado y reconocido» por el conjunto de la sociedad vasca.
La empresa vallisoletana Ambuibérica S.L. aspira a hacerse con el servicio de ambulancias que desde hace tres décadas prestan en Euskadi Cruz Roja y DYA. Y tiene bastantes opciones de conseguirlo. Según fuentes de ambas ONG, la propuesta económica a la baja de la firma castellana le otorga una posición de privilegio en el concurso. Eso sí, habrá que esperar a septiembre para que el Gobierno vasco dé a conocer el resultado con la adjudicación provisional del servicio, momento a partir del cual las partes perjudicadas podrán presentar recursos.Se trata, según las mismas fuentes, de la primera vez que el Ejecutivo de Vitoria saca a concurso el servicio que históricamente vienen prestando DYA y Cruz Roja. Las ONG se ocupan de cubrir la mitad de la red de transporte sanitario urgente (RTSU) en la comunidad autónoma. Y esa mitad fue la que el pasado mes de junio se licitó por 12,2 millones de euros para un plazo de quince meses (desde el próximo octubre hasta el 31 de diciembre de 2013) prorrogables por otros quince.
El paquete se divide en 29 lotes, que suponen otras tantas ambulancias: una en Vitoria, cinco en Gipuzkoa y el resto en Bizkaia. DYA y Cruz Roja optaron a las ‘plazas’ que ahora ocupan, sin interferir una en el terreno de la otra, y media docena de empresas presentaron propuestas para algunos lotes. Pero solo Ambuibérica aspira a hacerse con la totalidad del servicio licitado.
Ofertas a la baja
La pasada semana se abrieron las ofertas y llegó la «inquietud» a las ONG, admiten Fernando Izagirre, coordinador general de DYA, y Aitor Allende, coordinador autonómico de Cruz Roja. El motivo es que la firma castellana hizo ofertas a la baja, «entre 800 y mil euros», en todos los lotes.
Las organizaciones que ahora se ocupan del servicio tuvieron mejores puntuaciones en cuestiones como «mejoras técnicas, organizativas, tiempos de respuesta, procedimiento de atención al paciente», dicen sus responsables. Sin embargo, la oferta económica supone el 40% de la puntuación, y a eso hay que añadir los puntos otorgados por disponer de una flota nueva, de manera que Ambuibérica acapararía más del 50%.
Este modo de medir méritos no gusta a las ONG, ya que la victoria, casi con total seguridad, se la lleva quien presenta una mejor oferta económica. «En otros concursos, como el de la teleasistencia, se necesitaba una puntuación mínima en los aspectos técnicos y, de no llegar a ella, ni se valoraba la oferta económica», dice el coordinador de Cruz Roja. A su juicio, eso garantiza la calidad del servicio al margen de lo que finalmente se pague por él. Sin embargo, en el concurso de las ambulancias el dinero acaba siendo un elemento «excluyente», porque por muy buena que sea la puntuación técnica es difícil compensar una oferta barata.
En este sentido, tanto Izagirre como Allende mostraron su sorpresa por el bajo precio ofrecido por Ambuibérica, inferior, a su juicio, al coste real del servicio que ahora se presta, pese a que es parcialmente cubierto por personal voluntario. Hay que tener en cuenta que la empresa castellana está expandiéndose de manera notable y ya presta este tipo de servicios en Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha, Navarra, y la Comunidad Valenciana. Este mismo año se hizo con las ambulancias de Cantabria tras un proceso que levantó cierta polémica, entre otras cuestiones, por el futuro de los trabajadores.
Presencia social
A las organizaciones no gubernamentales no solo les preocupa perder el servicio, sino las implicaciones que esto tendrá en cuanto a la merma de «volumen social» que les supondría. Es decir, «a largo plazo la presencia de voluntariado, la movilización social, se puede perder», alerta el coordinador de Cruz Roja. Un aspecto negativo, ya que la existencia de «voluntarios capacitados» para hacer frente a cualquier situación de emergencia supone, en su opinión, un activo para la sociedad.
En cualquier caso, es pronto para adelantar nada definitivo y habrá que esperar al mes que viene, cuando previsiblemente el Gobierno vasco se pronunciará y decidirá la adjudicación provisional del concurso. «De momento, no hay nada definitivo», matiza prudente el coordinador de DYA. En caso de que Ambuibérica se haga finalmente con el servicio, las ONG tendrán dos semanas para recurrir. De momento, se quedan con «el buen trabajo que hemos hecho en las últimas décadas, que siempre ha sido valorado y reconocido» por el conjunto de la sociedad vasca.
http://www.minutodigital.com/2012/08/04/dya-y-cruz-roja-amenazadas-de-desaparecer-en-el-pais-vasco/
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