Esto se decia en el MUNDO.ES
Recibió el zapatazo entre sesión de quimio y sesión de quimio hace poco más de un mes. Cuando llevaba siete meses ya luchando contra un linfoma de Hodking y llegó la carta de la empresa por debajo de la puerta siseando como una cobra.
Camillero tiene cáncer. Enfermo no puede trabajar. Empresa despide camillero. Una ecuación bestial.
Esta es la historia de un despido cruel sostenido con un andamiaje de botijo. "El mantenimiento del contrato no se considera rentable (sic).
Se trata de una medida de conveniencia de la empresa que prefiere prescindir de un trabajador como usted incurso en continuos procesos de incapacidad temporal. Se acepta la improcedencia del despido". Atentamente. Y tal y tal.
El despiadado portazo es cosa de Aeromédica Canaria, una de las principales concesionarias del servicio público de ambulancias del archipiélago. Que le dio en las narices a Samuel Alonso, un chaval de 25 años que llevaba desde 2005 mullendo encantado la camilla de los pacientes como técnico en transporte sanitario. La última sesión de quimioterapia fue el 2 de marzo. Pero aún arrastra la humillación del despido. Antes de todo fue el bultito aquel de la clavícula.Se trata de una medida de conveniencia de la empresa que prefiere prescindir de un trabajador como usted incurso en continuos procesos de incapacidad temporal. Se acepta la improcedencia del despido". Atentamente. Y tal y tal.
Se lo notó en el cuello allá por 2006. Un día aprovechó un servicio de Urgencias y le pidió a un médico que le mirara aquello. Cumplió como un valiente todo ese tiempo el camillero y llegó exhausto de pruebas hasta agosto de 2008. "Es cáncer, Samuel. Tienes que cogerte la baja".
Le despidieron un 23-F y lunes. "El martes era carnaval y no salí ni a la calle. Estuve sin levantar cabeza hasta el sábado... Llegas a pensar que eres basura cuando te despiden así por estar enfermo y no ser rentable, que no eres nadie", cuenta. "Estoy depresivo, yendo al psiquiatra a que me ayude. La enfermedad, el despido... Esto es lo que me tiene hablando solo ahora".
Será coincidencia o no. Pero hay sombras que alumbran: Samuel es hijo de Antonio, un destacado líder de Intersindical Canaria que bregó contra la empresa como nadie y que fue recientemente despedido por encabezar las luchas laborales (el caso está en el Constitucional). Al hijo se le vio participando las huelgas como uno más. Era el hijo del marcado.
"Después de 30 años como laboralista, nunca vi un despido con igual nivel de encanallamiento", sostiene Joaquín Sagaseta, abogado de Samuel.
"Recuerdo despidos encubiertos de enfermos en lo que se aplica cierto pudor, se da alguna excusa aunques sea mentira... Aquí no. Aquí se dice que el enfermo de cáncer no es rentable para la empresa", añade. "Se vulnera el derecho a la salud, a la dignidad humana... El despido es también la prolongación del ensañamiento con el padre en el hijo", argumenta. "Vamos a estudiar si este comportamiento puede suponer que le quiten la concesión. Porque no se puede consentir que se considere al trabajador como mercancía, y que cuando se estropea se le tire a un container".
El acto de conciliación entre las partes fue esta semana y no hubo acuerdo, cómo lo iba a haber. Samuel pide que lo suyo sea declarado despido nulo, la reincorporación y una indemnización de 18.000 euros.
Este medio contactó con Miguel Valdivieso, propietario de la firma de ambulancias y médico reconvertido en empresario, para que ofreciera su versión. Pero se negó a hacer comentario alguno.
No van a faltar palabras en cualquier caso. Cuando Samuel Alonso acudió con su linfoma a la Asociación Española Contra el Cáncer a buscar consuelo, se quedaron mudos de asombro. Así que Samuel volcó su discurso allí sobre la mesa, como descargando un fardo.
–Parece que somos apestados de lepra.
Todo por ser hijo de un sindicalista ,el amigo Samuel es una persona marcada por el odio de este empresario Medico reconvertido.......que por cierto esperemos que se recupere de sus problemas de salud.....