José María García Ruiz, más conocido como el doctor García Ruiz, especializado en medicina de emergencias, lleva 43 años vinculado al transporte sanitario en Balears
I. OLAIZOLA. PALMA El doctor García Ruiz, presidente de la empresa Contratas de Ambulancias y Emergencias que se encargará del transporte sanitario urgente en Mallorca hasta junio de 2017, quiere lanzar un mensaje por encima de todo: su empresa va adquirir en breve 34 nuevas ambulancias de última generación que llegarán a la isla a finales del próximo mes de octubre y ya estarán plenamente operativas a comienzos del próximo año. No pone cortapisas a su euforia y convencimiento: "Los enfermos de Balears tendrán las mejores ambulancias de Europa y, si me apuras, del mundo".
—¿En qué consiste su nuevo proyecto?
—En las 34 nuevas ambulancias que vamos a adquirir en breve para mejorar nuestro servicio en esta nueva concesión que se alargará hasta el mes de junio de 2017. Se trata de unos vehículos de futuro, muy mejorados con respecto a los que se hacen ahora.
—¿De qué tipo de mejoras está hablando?
—Son unas ambulancias que presentan grandes avances en digitalización y monitorización y que permitirán trasmitir datos por internet del paciente que está siendo trasladado y tratado en el vehículo. No tengo la menor duda: los enfermos de Balears tendrán las mejores ambulancias de Europa y, si me apuras, del mundo. Estarán mucho mejor asistidos. Esto es una primicia de la que ya habíamos informado en el mes de agosto a la consellera de Salud, Carmen Castro, y al director general del Ib-Salut, Juan José Bestard, que quedaron encantados con la noticia. Porque las ambulancias deben dejar de ser vehículos para transportar enfermos para convertirse en vehículos de asistencia. El futuro pasa por, en la medida de lo posible y de la gravedad de la enfermedad, que los problemas se puedan resolver en el propio domicilio del enfermo.
—¿Cuánto le van a costar los nuevos vehículos?
—Algo más de cuatro millones de euros, 4.370.000 euros en concreto. Estarán operativas el 1 de enero del próximo año aunque previsiblemente las tendremos aquí a finales del próximo mes de octubre. La encargada de sacar adelante este nuevo proyecto es mi hija Aina (presente durante esta entrevista), que será mi sucesora en la empresa. Lleva tres o cuatro años trabajando en él y ella es la especialista en nuevas tecnologías, que a mí me van un poco grandes por la edad.
—Con la que está cayendo, ¿es el momento oportuno para acometer una modernización de su flota de esta magnitud?
—Espero que las dificultades económicas por las que estamos pasando no afecten a este proyecto en el que hemos puesto muchas ilusiones. No hay que olvidar que, como recalqué a los responsables sanitarios con los que me reuní, por cada euro que se invierte en transporte urgente asistido se ahorran tres. El primero de ellos en hospitalización. Si un paciente recibe una primera atención eficaz en el vehículo sanitario lo más probable es que se acorten los plazos en los que deba permanecer hospitalizado. El segundo, en invalideces ya que invertirá menos tiempo en rehabilitación si ha recibido una atención que ha evitado que sus lesiones iniciales se agravasen. Y, por último, el euro restante se ahorra con las vidas que se salvan con este transporte urgente asistido de última generación que vamos a traer a Mallorca.
—¿Qué otras ventajas tienen estas nuevas ambulancias?
—Contarán con un lector de tarjetas sanitarias que permitirá tener un rápido acceso al historial de la persona que se está trasladando y saber, por ejemplo, que llevas a un paciente diabético con el que has de adoptar algunas medidas de precaución.
—¿Y estas tarjetas están ya implantadas en la sanidad pública?
—No, tan sólo a nivel privado, no están en todas las sanidades públicas. Pero pueden ser de gran utilidad en los traslados de turistas que sí dispongan de ellas y, por regla general, nos facilitará mucho la asistencia a todos los ciudadanos de Balears.
—Imagino que en cuanto llegue la nueva tecnología empezará un proceso de formación para que sus empleados sepan cómo usarla...
—Por supuesto que sí. Somos pioneros en formación de los técnicos de ambulancias. Impartimos los títulos de técnico de transporte sanitario y de técnico de emergencias sanitarias a todo nuestro personal de manera totalmente gratuita
—¿Cuántas personas tiene en plantilla?
—Si contamos todas nuestras empresas, las de Canarias, Balears, China e India, unos 724 trabajadores.
—¿Y aquí?
—Doscientos catorce.
—¿Y con cuántas ambulancias cuenta su empresa en la isla?
—Unas cien. No hay que olvidar que también trabajamos para los hospitales privados, la mutua balear, Policlínica, Palmaplanas, Clínica Rotger, etcétera.
—Pero los nuevos vehículos servirán exclusivamente a la concesión pública, ¿no?
—Sí, las 34 nuevas ambulancias estarán al servicio del 061.
—¿Les servirá esta inversión de excusa para reclamar más dinero a la Administración?
— No podemos pedir más dinero después de la situación económica tan difícil que nos planteó el vicepresident Aguiló. Tendremos que gestionar muy bien nuestros recursos porque no habrá más dinero. Estamos ante una segunda recesión económica.
—¿Cómo van las relaciones con sus trabajadores? Acaba de renovar la concesión y ya ha tenido una huelga y la amenaza de otra por impagos de nóminas y de la extra de verano...
—Tenemos los representantes sindicales más reivindicativos de toda España. Y creo que eso es bueno, porque yo también he sido muy combativo con la Administración para conseguir mejoras en los servicios de ambulancias. El único pero que les pongo es que en estos momentos hay que tener una visión más amplia de la situación nacional e internacional.
—¿No afectará la compra de estas ambulancias al pago de los salarios de sus trabajadores?
—De ninguna manera. En nuestro negocio las nuevas tecnologías suponen un 10% del gasto frente al 20% de las reparaciones de los vehículos y el 70% de los salarios. Los 4,3 millones que costarán las ambulancias se pueden financiar a 6 ó 7 años sin apenas enterarte, además de que las entidades sí te conceden préstamos ICO para la adquisición de nuevas tecnologías, algo que es más dificultoso conseguir para financiar salarios. Al menos hasta que no se definan los nuevos presupuestos de esta comunidad.
—¿Tienen problemas para encontrar técnicos de ambulancias cualificados?
— En estos momentos, no. Pero hace veinte años nuestros trabajadores se iban al sector de la construcción y de la hostelería porque ganaban más. Pero los salarios del transporte sanitario en los últimos diez años han crecido por encima de la inflación. En esta década han tenido crecimientos superiores al 67%. Y esto es bueno porque evita los problemas que teníamos antaño. El verano de 1980 me lo pasé durmiendo en los sillones de la Policía Local de Manacor, de quién dependíamos por entonces, para poder atender el servicio en la comarca junto a un técnico porque no encontramos a nadie para hacer el trabajo.
—Sus trabajadores se quejan de que trabajan 12 horas diarias, cuatro de ellas presenciales.
—Un decreto permite este horario por las características especiales de nuestro trabajo. No hay que olvidar que pasamos muchas horas de espera en nuestras bases. En invierno, en lugares como Alcúdia o Cala Rajada, nuestros empleados no trabajan realmente más de dos horas al día.
—Antes habló de China e India, ¿cuándo comenzó la internacionalización de su empresa?
—Hace unos 15 años. Y fui el primer médico extranjero en dirigirse a 200 directores de servicios de ambulancias en China. No tenemos todos los huevos en esta cesta, aunque la sede y lo mejor de la empresa está en Mallorca. Y espero que mi hija siga aquí dentro de otros 43 años.
I. OLAIZOLA. PALMA El doctor García Ruiz, presidente de la empresa Contratas de Ambulancias y Emergencias que se encargará del transporte sanitario urgente en Mallorca hasta junio de 2017, quiere lanzar un mensaje por encima de todo: su empresa va adquirir en breve 34 nuevas ambulancias de última generación que llegarán a la isla a finales del próximo mes de octubre y ya estarán plenamente operativas a comienzos del próximo año. No pone cortapisas a su euforia y convencimiento: "Los enfermos de Balears tendrán las mejores ambulancias de Europa y, si me apuras, del mundo".
—¿En qué consiste su nuevo proyecto?
—En las 34 nuevas ambulancias que vamos a adquirir en breve para mejorar nuestro servicio en esta nueva concesión que se alargará hasta el mes de junio de 2017. Se trata de unos vehículos de futuro, muy mejorados con respecto a los que se hacen ahora.
—¿De qué tipo de mejoras está hablando?
—Son unas ambulancias que presentan grandes avances en digitalización y monitorización y que permitirán trasmitir datos por internet del paciente que está siendo trasladado y tratado en el vehículo. No tengo la menor duda: los enfermos de Balears tendrán las mejores ambulancias de Europa y, si me apuras, del mundo. Estarán mucho mejor asistidos. Esto es una primicia de la que ya habíamos informado en el mes de agosto a la consellera de Salud, Carmen Castro, y al director general del Ib-Salut, Juan José Bestard, que quedaron encantados con la noticia. Porque las ambulancias deben dejar de ser vehículos para transportar enfermos para convertirse en vehículos de asistencia. El futuro pasa por, en la medida de lo posible y de la gravedad de la enfermedad, que los problemas se puedan resolver en el propio domicilio del enfermo.
—¿Cuánto le van a costar los nuevos vehículos?
—Algo más de cuatro millones de euros, 4.370.000 euros en concreto. Estarán operativas el 1 de enero del próximo año aunque previsiblemente las tendremos aquí a finales del próximo mes de octubre. La encargada de sacar adelante este nuevo proyecto es mi hija Aina (presente durante esta entrevista), que será mi sucesora en la empresa. Lleva tres o cuatro años trabajando en él y ella es la especialista en nuevas tecnologías, que a mí me van un poco grandes por la edad.
—Con la que está cayendo, ¿es el momento oportuno para acometer una modernización de su flota de esta magnitud?
—Espero que las dificultades económicas por las que estamos pasando no afecten a este proyecto en el que hemos puesto muchas ilusiones. No hay que olvidar que, como recalqué a los responsables sanitarios con los que me reuní, por cada euro que se invierte en transporte urgente asistido se ahorran tres. El primero de ellos en hospitalización. Si un paciente recibe una primera atención eficaz en el vehículo sanitario lo más probable es que se acorten los plazos en los que deba permanecer hospitalizado. El segundo, en invalideces ya que invertirá menos tiempo en rehabilitación si ha recibido una atención que ha evitado que sus lesiones iniciales se agravasen. Y, por último, el euro restante se ahorra con las vidas que se salvan con este transporte urgente asistido de última generación que vamos a traer a Mallorca.
—¿Qué otras ventajas tienen estas nuevas ambulancias?
—Contarán con un lector de tarjetas sanitarias que permitirá tener un rápido acceso al historial de la persona que se está trasladando y saber, por ejemplo, que llevas a un paciente diabético con el que has de adoptar algunas medidas de precaución.
—¿Y estas tarjetas están ya implantadas en la sanidad pública?
—No, tan sólo a nivel privado, no están en todas las sanidades públicas. Pero pueden ser de gran utilidad en los traslados de turistas que sí dispongan de ellas y, por regla general, nos facilitará mucho la asistencia a todos los ciudadanos de Balears.
—Imagino que en cuanto llegue la nueva tecnología empezará un proceso de formación para que sus empleados sepan cómo usarla...
—Por supuesto que sí. Somos pioneros en formación de los técnicos de ambulancias. Impartimos los títulos de técnico de transporte sanitario y de técnico de emergencias sanitarias a todo nuestro personal de manera totalmente gratuita
—¿Cuántas personas tiene en plantilla?
—Si contamos todas nuestras empresas, las de Canarias, Balears, China e India, unos 724 trabajadores.
—¿Y aquí?
—Doscientos catorce.
—¿Y con cuántas ambulancias cuenta su empresa en la isla?
—Unas cien. No hay que olvidar que también trabajamos para los hospitales privados, la mutua balear, Policlínica, Palmaplanas, Clínica Rotger, etcétera.
—Pero los nuevos vehículos servirán exclusivamente a la concesión pública, ¿no?
—Sí, las 34 nuevas ambulancias estarán al servicio del 061.
—¿Les servirá esta inversión de excusa para reclamar más dinero a la Administración?
— No podemos pedir más dinero después de la situación económica tan difícil que nos planteó el vicepresident Aguiló. Tendremos que gestionar muy bien nuestros recursos porque no habrá más dinero. Estamos ante una segunda recesión económica.
—¿Cómo van las relaciones con sus trabajadores? Acaba de renovar la concesión y ya ha tenido una huelga y la amenaza de otra por impagos de nóminas y de la extra de verano...
—Tenemos los representantes sindicales más reivindicativos de toda España. Y creo que eso es bueno, porque yo también he sido muy combativo con la Administración para conseguir mejoras en los servicios de ambulancias. El único pero que les pongo es que en estos momentos hay que tener una visión más amplia de la situación nacional e internacional.
—¿No afectará la compra de estas ambulancias al pago de los salarios de sus trabajadores?
—De ninguna manera. En nuestro negocio las nuevas tecnologías suponen un 10% del gasto frente al 20% de las reparaciones de los vehículos y el 70% de los salarios. Los 4,3 millones que costarán las ambulancias se pueden financiar a 6 ó 7 años sin apenas enterarte, además de que las entidades sí te conceden préstamos ICO para la adquisición de nuevas tecnologías, algo que es más dificultoso conseguir para financiar salarios. Al menos hasta que no se definan los nuevos presupuestos de esta comunidad.
—¿Tienen problemas para encontrar técnicos de ambulancias cualificados?
— En estos momentos, no. Pero hace veinte años nuestros trabajadores se iban al sector de la construcción y de la hostelería porque ganaban más. Pero los salarios del transporte sanitario en los últimos diez años han crecido por encima de la inflación. En esta década han tenido crecimientos superiores al 67%. Y esto es bueno porque evita los problemas que teníamos antaño. El verano de 1980 me lo pasé durmiendo en los sillones de la Policía Local de Manacor, de quién dependíamos por entonces, para poder atender el servicio en la comarca junto a un técnico porque no encontramos a nadie para hacer el trabajo.
—Sus trabajadores se quejan de que trabajan 12 horas diarias, cuatro de ellas presenciales.
—Un decreto permite este horario por las características especiales de nuestro trabajo. No hay que olvidar que pasamos muchas horas de espera en nuestras bases. En invierno, en lugares como Alcúdia o Cala Rajada, nuestros empleados no trabajan realmente más de dos horas al día.
—Antes habló de China e India, ¿cuándo comenzó la internacionalización de su empresa?
—Hace unos 15 años. Y fui el primer médico extranjero en dirigirse a 200 directores de servicios de ambulancias en China. No tenemos todos los huevos en esta cesta, aunque la sede y lo mejor de la empresa está en Mallorca. Y espero que mi hija siga aquí dentro de otros 43 años.