Pena de tres años a un chófer de ambulancia por dos muertes


Enviado por Raul Artiguez el Mié, 24/02/2010 - 16:48. Técnicos Emergencias sanitarias Rel. Profesionales

El Juzgado de Instrucción número 3 de Huesca ha condenado a tres años de cárcel a un conductor de ambulancia, Vicente Nerín Ducha, que, cuando iba de vacío por la carretera de Huesca a Barbastro, adelantó de forma temeraria a dos vehículos y colisionó con tres coches que iban en dirección contraria, con un balance de dos muertos y siete heridos de distinta consideración.
El siniestro se produjo en julio del 2005, en el kilómetro 189,1 de la N-240, en el término oscense de Angüés. Las víctimas mortales fueron un adolescente francés de 13 años y un joven español de 21 que viajaban de ocupantes en dos vehículos distintos.
La sentencia establece que el chófer de la ambulancia conducía "con manifiesta temeridad" en el momento de la colisión, que se produjo después de que adelantara a un coche y a un camión cisterna "a una velocidad excesiva" y sin que tuviera espacio suficiente para incorporarse al carril derecho.
De hecho, la ambulancia, una Renault Trafic con un año de antigüedad, se desplazó primero bruscamente hacia el lado derecho, lo que obligó al conductor a dar un volantazo para evitar salirse de la vía, momento en el que invadió el carril contrario.
"VELOCIDAD EXCESIVA" Un informe pericial determinó que la velocidad más probable de vehículo sanitario durante la maniobra era de 136 kilómetros por hora en una carretera con una limitación a 100 por hora.
Una vez fuera de control, la ambulancia chocó un Renault Velsatis de matrícula francesa y un Rover 414 con placas de Barcelona. Este último turismo, a su vez, fue embestido por una furgoneta Citroën C15, sin que sus conductores pudieran evitar la colisión pese a que frenaron.
El fallo judicial, que fija indemnizaciones por valor de 219.000 euros, considera que Vicente Nerín, de 44 años, es responsable de un delito contra la seguridad del tráfico por conducción temeraria, dos homicidios por imprudencia grave y siete delitos de lesiones por imprudencia grave.
La resolución judicial enumera las graves secuelas físicas y psicológicas que sufrieron las víctimas, una de las cuales resultó con una lesión modular.
El abogado zaragozano Rafael Ledesma Gelas, que representó a la familia francesa implicada en el siniestro, se mostró ayer satisfecho con la sentencia pero declinó hacer declaraciones.

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